Recientemente en los medios de comunicación ha saltado a la luz un tema bastante delicado de tratar debido a lo polémico que es, como también por las divergentes opiniones que pueda causar, me refiero a "la despenalización del aborto".
Aunque se alude que sólo se aplicaría para casos de malformaciones; es decir, el aborto eugenésico, o en caso de violaciones, las opiniones se encuentran divididas, puesto que se está dando lugar en un país mayoritariamente católico y por tal motivoha generado división entre ministros del presidente Alan García y críticas de la Iglesia Católica.
Por un lado, la Iglesia mantiene su oposición a esta práctica sea por cualquier causa, sosteniendo que nadie tiene derecho a decidir sobre la vida de otro, menos aun sobre la de un indefenso e inocente bebé. Así mismo, plantea la opción de que las mujeres que fueron víctimas de violación sexual den en adopción a ese hijo no deseado, mientras que para los bebés que sufren alguna malformación sostienen que todavía existe la posibilidad de que sigan luchando por su vida con la ayuda de la medicina.
Mientras que por el otro, dentro del Gabienete Ministerial se ha suscitado pugnas en torno a este controversial tema, donde Rafael Rey, por su parte, puntualiza que "la despenalización del aborto no es, de ninguna manera, una política de Estado. El Presidente García no está de acuerdo y hace pocos días Aurelio Pastor aclaró que la Comisión que despenalizó el aborto no está en la línea del Gobierno".
Con todo ello, sólo me queda decir que sea cual fuera la circunstancia jamás apoyaría el aborto. Esperemos que no se produzca una modificación en el Código Penal en ese sentido, dado que las consecuencias que traería consigo esta decisión serían fatídicas.
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